Herrero y Murchison: “Todos tenemos que ceder para que la Argentina crezca”

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Fuente lanacion 09/10/2022

Sin diálogo, no hay consenso.

Y, si las partes no ceden para llegar a un acuerdo, las fábricas se paralizan, las reglas de juego se cambian sin previo aviso y las posturas se polarizan.

En ese aspecto se enfocará 58° Coloquio IDEA (Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina), que se realizará entre el 12 y 14 de octubre en de Mar del Plata, bajo el lema “Ceder para crecer”.

La invocación al diálogo se verá reflejada en los pasillos del encuentro, donde transitarán empresarios, sindicalistas y políticos de todos los partidos para debatir sobre las urgencias que apremian a la argentina y condicionan su crecimiento.

En un mano a mano con la nacion, Roberto murchison (presidente de IDEA) y Daniel herrero (presidente del 58° Coloquio IDEA) conversaron sobre la necesidad de estabilizar la macroeconomía y reconstituir la confianza perdida para atraer nuevas inversiones.

– El lema de este año es “Ceder para crecer”.

¿Por qué ceder?Daniel herrero (DA):– Porque entendemos que hay otra persona del otro lado y, cuando cedés, estás seguro de que el futuro que pueden construir juntos es mejor.

Después de tantos años sin que haya diálogo y consenso en el país, es un momento muy importante donde todos tenemos que ceder un poquito para que crezca la Argentina.

Pongo un ejemplo: en este coloquio no se va a escuchar ningún reclamo, nuestra idea es construir propuestas.

En ninguna parte se va a pedir rebaja de impuestos.

Sabemos que tenemos impuestos distorsivos, los impuestos más caros de América Latina, pero comprendemos que sería improductivo poner sobre la mesa algo que no es viable en este momento.

Roberto murchison (RM):–La frase da un paso más allá del diálogo.

Está bien hablar, pero también hay que hacer y, para eso, tiene que haber una negociación.

Es ceder en el punto de vista, pero también en nuestro paradigma, porque, dada la situación que transita la Argentina, tenemos que ir más allá del diálogo y construir propuestas y alternativas concretas.

– ¿Qué tienen que ceder los empresarios y qué el Gobierno?RM:– En el ámbito empresarial, este concepto es bastante conocido.

Entablamos negociaciones constantemente, con clientes, proveedores y los gremios.

Uno entiende que tiene que dar un paso para el costado, en busca de un objetivo superador.

La lista de cosas por ceder puede ser infinita, dependerá de qué se puede construir a posteriori.

La argentina está en una situación de alta pobreza, que es el principal problema que hay que solucionar.

Y tiene una situación monetaria complicada.

Pero tiene algo que no tienen todos los países, que es mucho potencial.

–¿Qué hace falta para explotar ese potencial?RM:–Tenemos minería, energía, litio, biotecnología, turismo; donde mires la argentina tiene potencial.

Pero el denominador común es que, para eso, se requiere mucha inversión.

Y eso no se logra sin una senda de previsibilidad, de atraer confianza, tener las reglas del juego claras y estables.

– ¿En qué ejes se enfocará el coloquio de este año?DH:–Tenemos cinco verticales: inserción de la argentina en el mundo, educación, empleo, reglas de juego y reglas fiscales.

La idea no es hacer declaraciones rimbombantes que no llegan a nada, sino poner sobre la mesa puntos concretos de discusión para llegar a un consenso y permitir trabajar el día después.

En la industria del conocimiento va a ser fundamental la educación, pero si hablás de futuro es necesario tener reglas fiscales.

En tema de seguridad institucional es conocer las reglas de juego necesarias para atraer a las inversiones que el país espera y que se necesitan para incluir.

¿Cuál es el sueño de este coloquio? Considerando que están invitados todos los actores, sindicalistas y políticos de todos los espacios, es lograr dos o tres consensos para trabajar en ese futuro potencial que tiene la Argentina.

–En el último informe de IDEA reinó el pesimismo empresarial sobre la economía.

¿Cuál es hoy la mayor urgencia?RM:–La estabilidad en las reglas de juego para que nos permita un buen flujo de inversiones.

Sobre todo con la macroeconomía actual, cuando hay inflación y problemas de acceso a las divisas, que genera problemas en el régimen de importaciones.

Primero tenemos que estabilizar la macro.

DH:–Hay una madurez del empresario, que entiende que hay cosas que no se pueden cambiar de un día para el otro.

Sería ridículo pedirlas hoy.

Pero estamos bien dispuestos todos, de hecho, estamos trabajando en la argentina y tratando de generar un empleo más, pero necesitamos reglas del juego claras.

Aun cuando haya cosas que se van a solucionar tiempo después y que a uno le gustarían que sea de mañana a la mañana, si uno conoce las reglas se sabe hacia dónde vamos.

Hay un empresariado dispuesto a seguir apostando por la Argentina.

– Inflación, brecha, cepo.

¿Qué aspecto de la macroeconomía dificulta más hacer negocios?DH:–La incertidumbre.

La podés dispersar o entender en función del diálogo y el consenso, uno tiene que entender qué necesitamos de cada uno de los actores.

¿Entendemos el reclamo salarial? Sí, claro.

Pero, ¿es momento de parar una planta de producción? Probablemente no.

Queremos buscar ese diálogo, entender y ceder quiere decir tener la paciencia para encontrar la solución del otro.

En mi experiencia, muchas veces le dije que no al sindicato.

Pero expliqué por qué y cuándo iba a ser posible, lo que me permitió establecer una relación de confianza y saber que se buscaría la mejor solución para las dos partes.

Entendemos que hay una situación dificilísima, de pobreza tremenda, quizás la peor de la historia argentina.

Por eso, hoy todos tenemos la responsabilidad de ceder un poco para mejorar ese problema, que es del país.

RM:–Y remarcar que el empresariado no es un monobloque, no todos sufrimos y festejamos los mismos temas.

Depende siempre del sector.

Aquellos que requieren de insumos para producir, te dirán que el principal problema es el cepo.

Otros tienen mano de obra intensiva y les cuesta pasar a precios los aumentos que genera la inflación.

Pero sí creo, en general, en el ámbito de las empresas que sobrevivieron al Covid-19 a nivel mundial, es que son compañías bastante sanas financieramente.

No digo que les vaya bien a todos los sectores, pero si se ordena la macro y el país arranca, tenemos un buen potencial de empresas que pueden crecer rápidamente.

–¿En qué se tiene que basar la agenda de los próximos años?RM:–Hay una agenda que requiere inversiones, con lo cual está claro que la agenda del corto y mediano plazo es ordenar la macro.

Eso debería permitir un flujo de inversiones que generen trabajo y va a ayudar a ordenar el tema social.

Transformar los subsidios y planes al ámbito de la generación de trabajo en la economía formal.

DH:–Cuando uno ve la vertical de inserción de la argentina en el mundo, tenés que pensar a largo plazo y los otro cuatro aspectos te van a ayudar.

Si no tenés educación, es difícil mejorar el empleo.

Y si no mejorás la productividad, difícilmente puedas recaudar más por agrandar tu negocio.

Todos los verticales, si bien van a dar una propuesta para poder empezar a trabajar, van a dejar el norte que todos buscamos.

Es ridículo hacer una declaración de buenas intenciones que sabemos que no funcionan.

Queremos avanzar ese primer escalón y que sirvan los consensos, que nos dejen trabajar y se genere la confianza de cumplir lo que se dijo que se iba a hacer.

Esa es la intención: primero el corto, pero sin dejar de ver el norte que tanto necesitamos.